Oct
2013
Los “súper poderes” de ser mamá
Escrito por: Ariana Mendoza Rodriguez
Todas las mamás tenemos poderes que aveces ni nosotras mismas entendemos.
Estoy segura de no ser la única que trata de entender cómo logramos todo lo que logramos y de donde salen estos benditos “poderes” para hacer todo lo que hacemos, sin ellos nos sentiríamos seguramente como superman en un cuarto lleno de criptonita.
Esta es sólo una versión de los poderes que tenemos como mamás, cada una desarrolla otras versiones pero el resultado final, dada la buena intención que nos caracteriza, llega a ser siempre buena; a medida que pasa el tiempo estoy segura que vamos desarrollando nuevos y perdiendo algunos pero siempre serán los necesarios para enfrentar los retos que tenemos.
Muy a parte de tener el poder de soportar los dolores de las contracciones y el parto (dolor que las mujeres tienden a olvidar muy rápidamente porque sino el futuro de la reproducción humana estaría en peligro) somos milagrosamente proveedoras de la leche materna que no sólo los alimenta sino que también tiene propiedades inmunológicas extraordinarias.
Eso sí, debo admitir que dar de lactar fué en sí una experiencia maravillosa que NO quiero repetir, lo siento!!! Es un bello recuerdo, pero quien dijo que tener este tipo de poderes fuera fácil?
Las mamis tenemos el poder de la perseverancia jajaja, no nos rendiremos hasta lograr lo que queremos!! y me río nuevamente y les pregunto: pero qué és lo que queremos? pensando en nuestros hijos es simplemente: darles amor, tener la paciencia necesaria y la sabiduría para educarlos, que estén saludables, que crezcan, que aprendan y sean fuertes en esta vida, que tengan buenos amigos, y taaaantas cosas más que no entrarían en esta página si las escribiera todas.
Pero para lograr toda la lista mencionada anteriormente y después de pedirles muy cordialmente: ordena tu cuarto, lávate las manos, siéntate en la mesa, come antes de que se enfríe, lávate los dientes, ponte el pijama, duérmete ya (ya te conté.. no uno sino TRES cuentos), etc., te das cuenta del increíble poder de estos primeros números: 1,2,3 (con tonto alargado y con la voz un poco más alta de lo normal, si saben a lo que me refiero no?).
Siempre fuí medio mandona pero este poder, en mi caso por lo menos y hasta ahora, siempre funciona:
uuuuuuuuuuno,
doooooooooooooooooooooos, y …
Me pregunto cuanto más durará ya que ni yo sé que haría si al llegar al tres no pasa NADA. Tenemos que comenzar a pensar en los riesgos de comenzar a perder este tipo de poderes.
Y bueno también tenemos el poder de hacer dormir a nuestros hijos, desde pequeñitos el olor de la mamá y el latido de su corazón y simplemente estar con ella es síntoma de tranquilidad y sinónimo de “dormir”. Pero a medida que crecen y tú deseas la independencia de tus hijos ya no puedes tenerlos en brazos para que se duerman y entonces la hora de dormir se convierte en una tarea más difícil que requiere de poderes aún más especiales combinados con muchas dosis de paciencia.
También tenemos el poder del “lazo de la verdad”, SÍ, así es, como la mujer maravilla, porqué? Sea lo que sea que nuestros hijos tengan en mente, ó cuando se quedan más callados de lo normal, sabemos automáticamente que están planeando alguna travesura. No es por nada que los conocemos desde que se veían como un pequeño garbanzo en las ecografias e incluso hasta mejor que ellos mismos y sabemos cuando mienten también. Les es familiar el “Caballito blanco” o el “caballito negro” que pasa por la frente cuando uno miente? ese también funciona todavía.
Ó cuando se caen y se lastiman tú, como mamá, tendrás el poder de consolarlos y claro el botiquin a la mano para ponerles la curita de Batman, cars, o winnie de pooh; pero el abrazo, beso y las palabras que vienen con ello:
“levántate, tu puedes!!!”
tendrán para ellos siempre un poder confortante que los ayudará la vida entera y éste no tiene comparación y és al mismo tiempo el poder más importante y el más fácil para nosotras.
Así que mamis: vamos a disfrutar de los poderes que nos hacen super mamás y super mujeres y siéntanse orgullosas por lo capaces que somos!!!
Puede ser una simple coincidencia pero ahora sé que escojí bien mi dizfraz a los 4 años y les agradezco a mis papas por el apoyo emocional y por no cansarse de repetirme que para todo hay solución.
Muchos años después aveces siento que tengo puesto ESE mismo traje.